sábado, 15 de enero de 2011

Algunos apuntes sobre el crecimiento

Por algún motivo, en las últimas semanas me he visto involucrado de una manera u otra en varias discusiones a cuenta del crecimiento, el agotamiento de los recursos y lo ilusos que somos los economistas.

Creo que gran parte del problema radica en la extraña mezcla de sobreabundancia de información económica y un conocimiento nulo o muy bajo de la naturaleza de los conceptos subyacentes.

¿Qué quiero decir?. Hagamos un experimento. Coja Vd. una hoja de papel y trate (sin consultar fuentes externas) de definir la palabra "capital" en el sentido que da nombre al capitalismo. Una vez escrita la definición contrástela con cualquier definición semirrigurosa (me vale la de la Wikipedia...). He hecho esta prueba varias veces en directo y creo que nunca un no-economista me ha dado una definición correcta, si bien se trata de una palabra que se utiliza con frecuencia.

Algo parecido ocurre con el crecimiento. Hay un argumento que circula por ahí que trataré de resumir en el siguiente párrafo:
Los recursos no son ilimitados, por consiguiente el crecimiento económico no puede serlo tampoco. Esto que es tan obvio sólo puede ser negado por los economistas pero es algo de sentido común. Hay que poner freno al crecimiento económico, incluso decrecer si pretendemos salvar el planeta.
El anterior párrafo encierra varias patrañas. Vayamos desgranandolas poco a poco.

Los recursos no son ilimitados
 Efectivamente. No lo son. Y los economistas lo saben muy bien. Una de las definiciones clásicas de economía (la de Robinson) dice que la economía es la ciencia que estudia la asignación de recursos escasos susceptibles de usos alternativos. De modo que sí... lo sabemos muy bien. Pero... ¿qué son los recursos?. Pueden tratarse de recursos naturales agotables, como el petróleo o el wolframio. Pueden tratarse de recursos renovables, como la madera. Pero hay más fuentes de recursos: la tecnología es un recurso y aunque no sea ilimitado puede ser continuamente creciente, por lo menos mientras la civilización actual no se colapse. Recursos ilimitados no quiere decir que no haya recursos permanentemente crecientes. Confundir recursos con recursos naturales es algo bastante común.

Pero podemos suponer que nos referimos siempre a los recursos naturales, al petróleo, al zinc o al suelo agrícola. Efectivamente, existe un límite en cuanto a su disposición. 

por consiguiente el crecimiento económico no puede serlo tampoco
La frase anterior implica un salto intelectual de difícil justificación. Por un lado, un crecimiento cero o incluso un decrecimiento económico no significa que no vayan a agotarse en el futuro determinados recursos naturales. Que consumamos cada año sucesivo el mismo (incluso menos) petróleo no significa que no vaya a agotarse. No tiene nada que ver con el crecimiento.

Por otra parte está la incomprensión del significado del crecimiento económico. Para medir el crecimiento económico se utilizan varias medidas pero la más común y extendida es el crecimiento del PIB, el Producto Interior Bruto. En economía muchas magnitudes no son directamente observables, por lo que tenemos que utilizar proxies para tratar de intuir el comportamiento de las mismas. Por ejemplo, la inflación no es directamente observable, por lo que utilizamos indicadores como el IPC o el deflactor del PIB. (El IPC NO es la inflación de la misma manera que el color rojo del papel tornasol NO es la acidez).

Para entender qué medimos cuando medimos el crecimiento tenemos que entender qué es el PIB. El PIB es el valor monetario de la suma de la producción de bienes y servicios de un país durante un período de tiempo, normalmente un año.  Podemos asumir por el momento que el PIB es un escalar resultante de la multiplicación de dos vectores, un vector fila de precios (P) por un vector columna de cantidades Q:

P.I.B. = P · Q

El vector de precios hace referencia a los precios vigentes para el año en cuestión. De esta manera tenemos el PIB nominal. Supongamos una economía que produce dos años seguidos la misma cantidad de bienes, pero los precios han subido, digamos un 3%. El PIB nominal habrá subido un 3%. Para eliminar el efecto de las variaciones de los precios podríamos sustituir el vector de precios en el momento t, P(t) por los precios del ejercicio anterior P(t-1) y calcular así el PIB real. Obsérvese que el PIB real sigue siendo un VALOR MONETARIO, pero utilizando euros constantes o de un período de referencia.


Pero centrémonos en Q. Q es un vector columna con las cantidades de todos los bienes y servicios producidos durante un año. Están los coches, las sillas, los masajes de relax, las clases universitarias, los programas y series de televisión... está ¿todo?. No. Está todo lo que pasa por el mercado. La bufanda de punto que me tejió mi madre por Navidad el año pasado no figura. Tampoco figuran intercambios de trueque o las actividades llevadas a cabo en bancos de tiempo. Es el sesgo de nuestra medición.


Es cierto que si la cantidad de todos los bienes y servicios crece, tendremos crecimiento real. Pero normalmente nunca ocurre esto: hay determinados bienes y servicios que crecen más que otros, algunos desaparecen (¿se siguen ofreciendo servicios de transporte el diligencia en algún sitio?). De hecho, si sustuimos la producción de algunos bienes por otros más caros estaremos creciendo. Hacer productos tecnológicamente mejores es crecimiento económico. Ofrecer mejores técnicas de diagnóstico en la sanidad es crecimiento económico. Hacer electrodomésticos de bajo consumo es crecimiento económico. El crecimiento económico no tiene porque significar un mayor consumo de recursos naturales. El crecimiento económico no tiene por qué ser a base de cantidad... puede ser a base de calidad.


En el caso de los países emergentes es posible que estemos todavía en una fase de crecimiento de cantidad: cuando todos los chinos alcancen a comer lo que la OMS recomienda, tal vez puedan empezar a preocuparse por el bienestar animal de sus granjas, por ejemplo.


Esto que es tan obvio sólo puede ser negado por los economistas pero es algo de sentido común.

¿Sigue siendo obvio para el lector? ¿No le empieza a parecer que el problema es más complejo? ¿Que no se trata del crecimiento sino de gestionar los recursos naturales de forma razonable?


Hay que poner freno al crecimiento económico, incluso decrecer si pretendemos salvar el planeta.
¿De verdad?