lunes, 12 de julio de 2010

El tabaco y las arcas públicas

Hace unos días mandé una carta al director del Diario de Navarra. No fue publicada, de modo que la copio y pego aquí:

Leo con interés la información aparecida en su diario el pasado domingo 4 de Julio en relación al coste sanitario derivado de atender las enfermedades causadas por el tabaco. Se estima un coste anual en Navarra de 227 millones de euros mientras que la recaudación de los impuestos sobre el tabaco apenas llega a los 150 millones de euros. Parece como si se quisiera dar a entender que los fumadores suponen una pesada carga para las arcas públicas. 

Déjeme sin embargo hacer unos sencillos cálculos más cercanos a la realidad:
Se estima que el porcentaje de fumadores en Navarra está en torno al 27% de la población. Redondeando la cifra es cercana a los 150.000 fumadores. Si trasladamos los datos anteriores nos encontramos con que el coste sanitario anual de un fumador es de unos 1.500 euros anuales mientras que los impuestos recaudados suponen aproximadamente 1000 euros por fumador. Introduzcamos ahora algún dato más: la esperanza media de vida de un fumador es de entre 10 y 14 años menor que la de un no fumador. Teniendo en cuenta que la pensión media de jubilación en España ronda los 900 euros mensuales, esto es, casi 11.000 euros anuales, nos encontramos en el mejor de los casos con que la Seguridad Social se ahorra 110.000 euros en pensiones por cada fumador. No tengo aquí en cuenta que al morir antes, ese fumador medio tampoco hará incurrir a la sociedad en los elevados gastos sanitarios de las personas de edad muy avanzada. 

Si esos 110.000 euros de ahorro en pensiones los dividimos para los 500 euros de déficit sanitario-impositivo, veremos que para que la sociedad pierda dinero con un fumador medio, éste debe fumar durante al menos 220 años, cifra alto improbable. 

Creo que lejos de criminalizar a los fumadores deberíamos concederles como mínimo una medalla al mérito civil, ya que con su lento suicidio hacen una gran labor a favor de las arcas públicas.

2 comentarios:

  1. Aunque a priori me parece exagerado decir que la esperanza de vida de los fumadores se reduce de 10 a 14 años, voy a dar por buenos todos los datos de tu razonamiento.
    Puede que a la larga un fumador sea rentable, pero hay que tener en cuenta que nuestro sistema de pensiones tal y como hoy lo conocemos, tiene peor salud si cabe, que la de los adictos a la nicotina.
    Todo sistema piramidal es inviable por definición, si no que se lo pregunten a Madoff.
    Y seguir costeando hoy la sanidad de estos pacientes, no hace más que acelerar el principio del fin.
    Esto es como decirle a una familia que apenas llega a fin de mes, que si gasta 500€ más de lo que ingresa cada mes, dentro de 20 años tendrá unos ingresos muy superiores.
    La seguridad social necesita un punto de inflexión donde cada vez haya menos fumadores, pero sin reducir drásticamente los ingresos derivados de los impuestos del tabaco, lo que supondría un déficit devastador.

    Por último una mención sobre los fumadores pasivos que padecen los síntomas y encima no pagan impuestos. Además, en este mundo donde las demandas están a la orden día, podrían ponerse de moda las denuncias al Estado por no velar por la seguridad de sus ciudadanos.

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  2. Los datos están todos extraídos de internet. Si non é vero, é ben trovato.

    Calificar el sistema de pensiones como piramidal e insostenible al estilo Madoff creo que no es acertado. Un sistema de pensiones público o privado puede ser perfectamente sostenible ya que una base amplia cotiza para aportar pagos en principio inferiores y limitados a una cúpula mucho más estrecha. Los problemas de nuestra seguridad social no son consustanciales a su estructura sino más bien a otro tipo de factores políticos y de gestión.

    Los pacientes de edad muy avanzada suponen una carga muy alta (con la que yo estoy de acuerdo en sostener). Lo sustantivo de mi argumentación es que la mayor parte de los fumadores no llega a esa edad de modo que ni incurrimos en ese gasto (que no he valorado) ni tenemos que pagarles la pensión. A la seguridad social, a la larga, le vendría muy bien que hubiese muchos fumadores. También le vendría muy bien que hubiese muchos suicidios de personas con 65 años. No entro en valorar moralmente estos hechos. Sencillamente son cifras.

    Carezco de datos suficientes como para evaluar el caso de los fumadores pasivos. En cualquier caso, también estar gordo, comer grasas saturadas, hacer deportes de riesgo, no hacer nada de ejercicio, beber alcohol, tener relaciones sexuales variadas y sin protección son prácticas de riesgo que inducen un coste sanitario mensurable sobre el resto de la comunidad. ¿Tenemos que prohibir la alimentación "no sana"? ¿Prohibir beber? ¿Usar el ala delta?...

    Seguir costeando la sanidad de los fumadores es como seguir costeando la sanidad de los gordos, o de los borrachos, o de los que llegan en una patera con dengue. Me parece fundamental hacerlo. En caso contrario... ¡QUE ME DEVUELVAN MI DINERO! No quisiera financiar una sanidad pública no universal.

    Un saludo

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